El oficio de pastor es de los más importantes en nuestra sociedad en relación con la cría de animales, pero de los más afectados. Cómo aprender a ser pastor es algo que las tendencias marcaban como en decadencia, llegando a un punto en el que nos tendríamos que preguntar, ¿quién se va a encargar de cuidar los rebaños, si no tenemos relevo generacional?
Son pocos los pastores que quedan en nuestros país y además el rango de edad es bastante alto, por lo que nos encontramos con el problema de la sucesión. Debido a la crisis y la alta tasa de desempleo se está generando un regreso de los jóvenes a los medios rurales, así como un interés en aprender a ser pastor.
Cada vez son más conocidas en este medio las Escuelas de pastores, que podemos encontrar actualmente en diferentes comunidades como Asturias, Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha o Cataluña. Las escuelas pueden ser de carácter público o privado pero todas tienen un objetivo en común: formar a las nuevas generaciones de pastores para que el pastoreo no llegue a extinguirse.
El hecho del interés creado en como aprender a ser pastor, no solo es objetivo primordial de jóvenes que regresan al pueblo buscando un oficio con el tener una estabilidad económica y familiar. Los pastores en activo también acuden a estas escuelas para dar formación y adquirir conocimientos ellos mismos sobre las novedades y cambios en la política del mundo rural.
Los jóvenes interesados en conocer el mundo del pastoreo recibirán formación tanto teórica como práctica, por parte de pastores en activo y personal cualificado. Conocerán de primera mano las novedades más recientes en el ámbito del pastoreo, de la cría y cuidado de los animales.
Actualmente son muchos los avances que se han producido y ya quedaron atrás los métodos más rurales para el mantenimiento del ganado. La tecnología se ha implantado en las granjas respetado el oficio y la vida de los animales, pero aportando nuevos conocimientos que favorecen el trabajo de los pastores.
Los pastores 2.0 cuentan con nuevas técnicas para la reproducción de los animales, como los implantes de melatonina o esponjas vaginales. Además los sistemas tecnológicos les permite consultar los datos de cada animal, así como su situación si alguno llegase a descarriarse.
Queda claro que la tecnología y el mundo rural no están reñidos, sino que han conseguido una sinergia favorable para el desarrollo del pastoreo. Atraen a nuevas generaciones de pastores que harán que nuestras granjas y campos tengan ganado por mucho tiempo.