Si, ayer se acabó el Mundial de Rusia 2018 para la Selección Española de Fútbol Masculino, ¿y qué? Lo idílico hubiese sido que ganásemos a Rusia, en octavos al rival correspondiente y que con gol de Iniesta o de Isco, volviésemos a ser ganadores del Mundial como pasó en 2010.
Pero no, la realidad es que ayer sufrimos un batacazo porque no jugamos bien, el partido fue aburrido y los penaltis se nos dieron fatal, ¿qué sacamos de todo esto? Pues como en todo en la vida tenemos que buscarle el punto positivo. Esta claro que la marcha de Lopetegui ha descolocado un poco todo, que los jugadores se tienen que ir conociendo, adaptándose al juego y haciendo equipo. ¿O pensamos que ganar las dos Eurocopas y el Mundial de 2010 fue pan comido?
España-Rusia
Perder también es aprender, todos nos equivocamos. Pases que no salen, porteros que te adivinan por donde vas a tirar el penalti o puramente el simple cansancio que después de 90 min no te dejan ni llegar a un balón cerca de area. No hay que tener miedo a perder ni a fallar. Si no, ni Koke, ni Iago Aspas, ni Iniesta, Piqué o Sergio Ramos hubieran tirado los penaltis… Y el que no los tira no los falla. Así se hace equipo también, fallando y levantándose.
Seguro que los chicos de la Selección Española de Fútbol mañana lo ven todo con otro ojos, pero a todos nos quedo claro ayer, cuando el árbitro pito el final y la victoria para Rusia, que esto nos afecta a todos. Las lágrimas de los jugadores nos hacen ver que incluso ellos son humanos, que tienen sentimientos y que les da la misma rabia que a nosotros el tener que volver para casa. Pero seguro que en lo único que piensan es en ver todos los puntos fuertes y empezar a pensar en los próximos partidos clasificatorios para los siguientes torneos internacionales.
Todos perdemos, nos equivocamos y tenemos derrotas. Nos os penséis que en Quesería La Antigua nos ha salido todo de perlas desde que comenzó la aventura, porque no es así. Experimentos que no salen como pensamos, quesos que no tienen la salida que imaginábamos, incluso la efectividad de cada uno frente a su trabajo, ¿pero qué es lo importante en estos caso? El Equipo, la unión, la fuerza y sobre todo el tener la cabeza bien alta y poner el objetivo en el próximo logro, que todo sirva para aprender y mejorar.
Así es que desde aquí todo nuestra fuerza a los jugadores, staff técnico y afición. Volveremos a competir y seremos más fuertes, habremos crecido y seremos lo que queremos ser. Por el camino habremos caído, eso seguro, pero nos habremos levantado mucho más fuertes.
Y como el lema de este año de la Selección si confías en tus posibilidades, te levantas, analizas hasta la extenuación en lo que has fallado:
¡harás que ocurra!