El queso es un alimento muy utilizado en nuestra cocina. En los recetarios aparece de forma muy notable y diversa desde un acompañamiento hasta un papel protagonista, sin olvidar su utilidad para dar un toque de sabor a los platos. Es un producto muy apreciado, y su gran variedad permite escoger los mejores para cada elaboración. Algunos quesos son idóneos para presentar en una tabla, otros son ideales para untar, hacer postres o gratinar.
Para la ensalada
Los quesos frescos y blancos con textura blanda -como el Mozzarella fresco, el Queso de Burgos o el Queso Feta-, son muy recomendables para acompañar en ensaladas por su sabor suave y delicada consistencia. También se pueden emplear quesos de media curación en taquitos, que le darán un sabor original a la ensalada. También combina muy bien con elementos frutales, como trocitos de naranja o de melocotón.
Para la pasta
Los quesos duros o semiduros de pasta prensada con alto contenido en grasa son los más adecuados para rallar y acompañar la pasta. Los más utilizados para ello son el Queso Parmesano y el Queso de Oveja Añejo Zamorano o Manchego.
Para gratinar
La Mozzarella es el queso indispensable para la elaboración de gratinados (para la pizza y para platos de pasta que se hornean). El Queso Camembert y el Brie sirven para gratinados, en especial, sobre unos filetes de solomillo de cerdo, unas patatas o una coliflor cocidas. Bastará con darle un toque de grill para que se gratine la superficie.
Para rellenos y fondues
Para la elaboración de rellenos se usa un queso de media curación, como el Manchego o Zamorano curado, el Edam, el Emmental, o el Gouda. Aguantan bien las frituras y se deshacen dentro de una empanadilla, de una quesadilla o un soufflé.
Para la elaboración de fondues se utilizan quesos con un alto contenido en grasa para que sean fundentes, como el Emmental, el Gruyer o los Quesos Cremosos de Oveja. Estos también se emplean para hacer sándwiches o bocadillos calientes, además de estar indicados para cualquier tipo de relleno.
Para hacer salsas
Los mejores quesos quesos para cocinar son, sobre todo, los cremosos y los semicurados, ya que su composición de grasa y leche permite que se deshagan con cierta facilidad en contacto con el calor. Así aportan su sabor a las salsas o cremas. Lo importante, cuando se cocine el queso, es agregarlo a la salsa al final de la cocción y con el fuego a poca intensidad, remover constantemente para que se deshaga poco a poco y no se queme al fondo de la cazuela.
Para repostería
El Mascarpone es uno de los mejores quesos para la repostería, así como los Quesos untables. Su textura cremosa, su sabor suave y su alto contenido en grasa hacen que sean muy versátiles para preparar rellenos, mousses, tartas y pasteles cremosos. El Queso fresco de Burgos y el Queso Feta están indicados para acompañarlos de miel y mermeladas y para hacer postres como cremas, mousses y flanes.
Como postre
Casi todos los quesos pueden tomarse como postre, más allá de su tiempo de curación. Un queso de gran curación luce mucho al contraste de unos frutos secos o un dulce de membrillo. También se pueden hacer tostas de pan con finas lonchas de queso, o combinar una compota de frutas con Queso Cabrales o de Roquefort. Una deliciosa combinación es la de una ensalada de frutas o macedonia fresca con unos taquitos de Queso Zamorano, aderezado con un hilo de aceite de oliva.