Hoy queremos hablaros del mejor compañero de viaje para nuestros quesos: El vino de La Antigua.
Su packaging es perfectamente reconocible y es que cuando pensamos en él lo primero que se nos vino a la cabeza fue, “blanco y en botella…” pero en este caso ¡vino!
La botella posee un color blanco muy representativo para nosotros por lo que significa, leche, tan importante para fabricar nuestros quesos, y que además forma parte de la “otra mitad” de nuestra empresa, Gestión Agro Ganadera.
Y estaréis pensando… ¿y porque vino? Es importante para nosotros a nivel de marca, crear una imagen propia, ¿y qué mejor forma de hacerlo que con los productos de la tierra que mejor maridan con nuestro queso? El vino además forma parte de una manera muy importante de la cultura española, y existen infinidad de catas maridando los dos productos.
Tenemos dos tipos de vino, tinto y blanco, ¿cómo diferenciarlos? Para ello hemos utilizado más colores de La Antigua, el negro para el tinto de Toro y el mostaza para el blanco de Rueda.
El vino tinto está elaborado con la variedad autóctona de Tinta de Toro, cuyas características ampelográficas bien se asemejan al Tempranillo, identificando con un nombre y personalidad propia a nuestro vino.
El vino blanco es un vino blanco de Rueda, Denominación de Origen más antigua de Castilla y León. Las variedades de uva permitidas para esta DO son Viura, Palomino fino, Sauvignon Blanc y Verdejo, siendo está última la más importante y abundante.
Pero La Antigua no se queda ahí y actualmente también disponemos de la cerveza y el agua de La Antigua, de las que os hablaremos próximamente.