Agosto es el mes de los pueblos en España, de eso no hay duda. No sé por qué pero en dicho mes se produce un éxodo masivo a los lugares que nos han visto crecer y posteriormente, acudir fielmente cada año por estas fechas. ¿Será porque más de la mitad de los pueblos de España celebran sus fiestas en este mes? Probablemente sí.
Para los que vivimos fuera del pueblo que nos ha visto nacer y crecer, es una de las fechas más ansiadas del año. Reservamos nuestras energías (y dinero a veces!!) y ganas de disfrutar de la vida para esos días concretos. La segunda quincena del mes de agosto es particularmente característico ese éxodo masivo del cual hablaba antes. En dicha quincena se celebran muchas fiestas: la Virgen de la Asunción (día 15 de agosto), San Roque (día 16 de agosto), Virgen de la Misericordia (17 de agosto), etc.
En esa segunda quincena de agosto podremos experimentar sensaciones que luego guardaremos en nuestra memoria y así poder disfrutar de esos buenos momentos para cuando llegue la oscuridad y el frío invernal. Es como cuando el oso come mucho antes de su hibernación para luego poder subsistir durante el invierno. Sucede lo mismo con los buenos recuerdos.
Siempre se ha dicho que uno no es de donde nace, sino de donde “pace”. Yo creo que no es verdad. Los que tenemos la suerte de haber nacido y crecido en un pueblo siempre tendremos un grato recuerdo de nuestro pueblo, de sus gentes, de nuestros amigos y familia. Puedes vivir en un lugar diferente durante la mitad de tu vida pero seguro es que, cuando alguien menciona el nombre de tu pueblo (y si realmente te has sentido parte de ese pueblo), algo dentro de ti se rebulle, te mueve los cimientos, en definitiva, sientes que amas tu pueblo a pesar de la distancia y el tiempo, eso es.
¿Y qué decir cuando ya estás allí otra vez? En tu mente se agolpan los inacabables recuerdos de tu niñez y tu adolescencia, recordando situaciones o momentos vividos cuando paseas por los lugares que acostumbrabas antes de abandonar tu paraíso. Si, tu paraíso, eso es lo que para muchos representa el estar en tu pueblo de origen en el mes de agosto: el paraíso.
Voy a acabar este artículo ya puesto que, solo de pensar que queda poco para volver a nuestro pueblo, la sangre me hierve y el corazón me late deprisa. ¿Será que amo mi pueblo por encima de todo?
Salud!