Hay lugares donde el futuro del campo se escribe con tiza, en las aulas, y pocas instituciones representan mejor esa idea que EILZA, la Escuela Internacional de Industrias Lácteas.
En el VIII Congreso de Cocina con Queso y Humor se le otorgó a EILZA el Premio al Compromiso.
Este reconocimiento pone en valor la labor incansable de EILZA en la formación, investigación y desarrollo de profesionales del sector lácteo, contribuyendo a fortalecer la base técnica y humana de una industria que es, a la vez, tradición y motor económico para Castilla y León.
EILZA nació con una vocación clara: crear conocimiento para mejorar el presente y asegurar el futuro del sector lácteo.
Desde su fundación, la escuela se ha convertido en un referente nacional e internacional en la capacitación de técnicos, operarios y profesionales especializados en el manejo, la transformación y la innovación de los productos lácteos.
Israel García, gerente de la Escuela Internacional de Industrias Lácteas y M.ª Jesús Carrasco, coordinadora académica de la escuela, nos cuentan en que consiste el proyecto dela escuela, «no es un proyecto solo formativo, también tiene la función de divulgar el sector, promocionarlo y además cumple la función de hacer de motor vertebrador del territorio.»
Gracias a su labor, cientos de alumnos han encontrado un camino profesional dentro de la industria láctea, aportando nuevas ideas, rigor técnico y pasión por un oficio que requiere conocimiento y sensibilidad.
El mérito de EILZA radica en haber sabido unir dos mundos: la sabiduría tradicional del queso y la innovación tecnológica que demanda la industria moderna.
En sus aulas y laboratorios, los estudiantes aprenden que el futuro del queso se construye desde el respeto al producto, la excelencia técnica y la sostenibilidad.
En el obrador de la escuela Isabel Revuelta, secretaria de la fundación, nos enseña el obrador, donde los alumnos aprenden y ponen en practica los conocimientos aprendidos.
«Zamora es una de las regiones más potentes a nivel nacional en la producción de leche de ovino y producción quesera» y esto era imprescindible para Israel a la hora de buscar un sitio donde ubicar EILZA.
En el futuro se ven con más proyectos e ilusiones por delante, un equipo más grande, con instalaciones propias y un profesorado propio, «somos pequeños pero pensamos a lo grande».
El Premio al Compromiso reconoce precisamente ese esfuerzo continuo por mantener vivo el saber hacer artesanal, pero adaptándolo a las necesidades de un mercado global que exige profesionalización, formación continua y visión internacional.
La colaboración de EILZA con ganaderías, queserías y empresas del sector ha sido clave para mejorar la competitividad y la calidad de la producción láctea en Castilla y León.
Su papel como centro de encuentro entre la enseñanza y la industria ha permitido desarrollar proyectos de innovación, fomentar el intercambio de experiencias y formar a una nueva generación de profesionales altamente cualificados.
El premio representa también un reconocimiento colectivo: el de todo un sector que ve en EILZA una institución comprometida, moderna y profundamente arraigada en el territorio.
El compromiso de EILZA no se mide solo en cifras o titulaciones, sino en impacto real: jóvenes formados que hoy trabajan en queserías, ganaderías o empresas del sector, aplicando lo aprendido para mejorar procesos, impulsar la innovación y proteger la esencia del producto.
Su trabajo es una garantía de continuidad para el oficio, una puerta abierta para quienes quieren aprender, innovar y mantener viva la pasión por la leche, el queso y el campo.
Porque formar no es solo enseñar: es sembrar futuro.
Y en ese futuro, EILZA seguirá siendo el lugar donde la tradición quesera se transforma en conocimiento, y el compromiso se convierte en legado.
Gracias EILZA
Gracias por creer en el futuro
Por formar a quienes mañana seguirán cuidando lo que hoy nos une: la leche, el queso y el amor por el campo.
Porque formar no es solo enseñar, es forjar un futuro.
Y en ese futuro, EILZA seguirá siendo el lugar donde la tradición quesera se transforma en conocimiento, y el compromiso se convierte en legado.
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¿Sabes cuales fueron el resto de premiados? te presentamos a Lydia y Bernardo
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